Esta encantadora ciudad se encuentra en la cabecera de la ensenada tipo fiordo y está rodeada por siete colinas. Antiguamente, Dunedin era la ciudad más grande y rica del país, principalmente por los campos de oro. Fue una de las primeras ciudades con: luz de gas, tuberías de agua, energía hidráulica y tranvía de vapor. Descubra la hermosa y escarpada península de Otago, que ofrece numerosas maravillas geológicas, y contemple los grandes albatros con alas de tres metros. Esté atento, tal vez pueda ver focas sobre las rocas o pingüinos de ojo amarillo. Visite el castillo Larnach, un edificio histórico del siglo XIX, rodeado de jardines y magníficos paisajes. A menudo se dice que Dunedin es la ciudad victoriana mejor conservada del mundo. Descubra Dunedin y sus espléndidos edificios de piedra victorianos y eduardianos. Compre exquisitas artesanías locales, artículos de lana y cuero y otros suvenires. Disfrute de una amplia variedad gastronómica, además del cordero y los pescados y mariscos.