Roseau, una pequeña ciudad con un gran encanto colonial, ofrece el colorido Nuevo Mercado, donde puede parar para disfrutar de una refrescante bebida de coco. La verdadera belleza de Dominica reside en su inmaculado paisaje natural: la densa selva tropical, el exuberante follaje, los manantiales naturales, los ríos y los altos picos. En Dominica se encuentra una de las grandes bellezas naturales del Caribe, el pintoresco Valle de la Desolación, donde se puede admirar la niebla blanca que proviene de los manantiales termales, rodeados de un verde cañón tropical.