La isla monolítica sobre la cual se construyó el Casco Histórico de Malvassia (apodada "el Gibraltar del Este") fue un guardián accidental: creó una fortaleza natural que protegió a sus habitantes y también pareció detener el tiempo. Conduzca por una angosta calzada hasta la única entrada de esta ciudad medieval amurallada, restaurada y cuidada a la perfección por sus residentes. Al caminar por los angostos callejones adoquinados (aquí no se permiten automóviles) podrá disfrutar de una Grecia preservada del tiempo y el turismo. Busque una mesa con vista y pruebe las especialidades de la isla, como pastas frescas, pasteles de queso y malvasia, el reconocido vino dulce de Malvassia.